Egoísta

Tú que sólo sabes quejarte.
Tú que sólo oyes lo que quieres oír.
Tú que sólo ves lo que te conviene.
Tú que puedes dar, pero no recibir.
Tú que sólo te preocupas de ti.

Déjame en paz.

Sólo te molestas en ver lo que hago mal.
Pero no te preocupes, ya no vas a ver que haga nada mal porque tampoco haré nada bien.

Adiós.

Posesión

Nada te duele y nada te falta.
Tienes absolutamente todo en tu acera, pero un día, en la acera de enfrente lo que aparece te perturba.

Ya no te importa nada de lo que tienes o lo que dejas de tener.
Sabes que has nacido para tener "eso", sin embargo, lo único a lo que puedes aspirar es a vigilarlo cuando su dueño entra en un bar a mear.

Soledad entre la multitud.
Inmundicia entre posesiones.
Sonrisa en tus infartos.

Todo lo tienes y nada lo quieres. Lo que quieres no lo tienes.
Cruel destino que propina tu juguete a quienes sólo quieren jugar con él.

Como dijo un sabio, "tengo de todo, dentro de un orden, pero en el fondo nada que importe".

Muerte social

Si tu vida es una mierda, procura no convertir la de los demás en otra de proporciones similares.

Si tu vida da asco y pretendes asquear la vida de todos los que te rodean, casi mejor quédate en tu casa. Mejor todavía si es debajo de la cama.

Tu infelicidad es tuya. No pretendas amargar vidas que no te pertenecen.

Sonríe pequeño bastardo y deja vivir a los demás.

100 metros

Ahí estás. Final olímpica de los 100 metros lisos.
Y cierras los ojos... te sientes poderoso. Nada podrá pararte.

Mantienes tus ojos cerrados y suena el disparo de salida.
Sales como no habías salido en tu vida. Corres como no habías corrido en tu vida.
Sólo puedes pensar en el oro olímpico. Es imposible que alguien lo esté haciendo mejor que tú.

Últimos metros. Llegada a meta. Rugido del público que abarrota el estadio.

Abres los ojos con tu mejor sonrisa.
Has llegado penúltimo.
Diste lo mejor de ti y sólo sirvió para sentirte ridículo.

Sorprendido ves al último corredor llegar andando.
Habla con los jueces. Les regala su mejor sonrisa... y, ¡zas!, el que no hizo nada se lleva el premio gordo.

Ni eres suficientemente bueno, ni se reconocerán tus actos...

Llora hijo mío... ¡eres patético!

Disculpen las molestias

Hoy no, de verdad.

Lo llevo intentando un rato, pero hoy no.

Hay días que no merece la pena levantarse, no por uno mismo, sino por no molestar al resto.

Hoy no molesto más.

Pozo

Todos caemos en nuestros pozos.
Cuando estás en el fondo eres incapaz de ver nada que no sea el fondo de ese pozo mohoso y maloliente.

Un día empieza a llover y, ¡ay estúpido de ti!, sólo se te ocurre maldecir tu suerte y hundirte más.

Piensa que esa lluvia llenará tu pozo.
A poco que te mantengas a flote terminarás saliendo.

Es que Pozo nos quema a todos...

PD. No te preocupes, cuando sube el nivel del agua, todos nos quedamos flotando felices sin salir. Volverá a bajar el nivel y te irás al fondo con todo el equipo de nuevo. Ley de vida.